Un poco de historia
El apasionante mundo de la fotografía headshot nace ante la necesidad de actores, modelos y personajes públicos, de disponer de fotografías que mejor los representen, cara a poder utilizarlas como carta de presentanción en castings o eventos. En muchas ocasiones, solían tener un toque artístico y representativo de las diferentes cualidades o papeles que la persona pudiera intepretar.
Lo que se reducía a un grupo limitado de profesionales comenzó a extenderse al resto de personas por una sencilla razón: necesitamos tener, al menos, una fotografía en la que enseñemos nuestra mejor versión y de la forma más natural posible. Es en este momento donde este tipo de retrato pasa a ser indispensable para cualquier profesional sin importar el sector, ya que, en muchas ocasiones será lo primero que verán de él o de ella, y, no es lo mismo lo que transmite un recorte de una foto donde sale al fondo de una fotografía en grupo, o un selfie frente al espejo, que una buena fotografía headshot.
Es por ello que, el uso de headshots como foto de perfil comienza generalizarse en sitios como Linkedin, en webs corporativas, CVs, o, simplemente para redes sociales.
La técnica
La fotografía es luz, y en el mundo headshot no podía ser menos. Se suelen utilizar al menos dos fuentes de luz, generalmente continua, es decir bombillas fluorescentes o leds, aunque también es posible la utilización de flashes.
El fondo que se utiliza habitualmente es el blanco o el gris con sus diferentes tonalidades, lo cual hace que la fotografía obtenida sea adecuada para utilizarla en infinidad de sitios.
Una gran ventaja suele ser tener la cámara conectada al ordenador (en inglés, "tethering"), lo cual permite ir viendo en tiempo real el resultado de cada disparo, es decir, cada foto que se saca aparece a los pocos segundos en la pantalla. Esto permite ver las fotos a una resolución y a una calidad mayor que detrás de la cámara. Además, permite una mejor colaboración entre fotógrafo y cliente durante la sesión, sin esperas, haciendo que el flujo de trabajo sea el ideal.
La clave
Este tipo de fotografía está destinado a enseñar la mejor cara de cada persona, nunca mejor dicho. Cualquier ser humano puede quedar genial frente a la cámara; tan sólo hay que saber cómo hacerlo. Aquí es donde entra en juego el fotógrafo especializado en headshots, el cual es capaz de transmitir a su cliente, creando una conexión con él, todo lo que tiene que saber e interiorizar para que la foto sea perfecta. El cliente cree en el resultado obtenido porque ha formado parte activa del proceso de construcción del mismo.
Actitud, pura actitud: el resultado no puede ser otro más que una fotografía que transmita confianza en uno mismo así como cercanía. El éxito, entonces, está garantizado, tal y como puedes ver en mi portfolio aquí.
Nada de esto sería posible con tan sólo una buena cámara y buenas luces, o posicionando a "modelos" frente a la misma y decir que sonrían. El verdadero mundo headshot confluye luz, actitud y convencimiento, junto con personas (sin importar edad, raza, sexo, ni si eres "modelo" o no), y lo transforma en la mejor foto propia que hayas tenido hasta la fecha.
El día de la sesión
La preparación de la sesión comienza días antes. Pero no te asustes, esto se debe a que tienes que tener en mente qué ropa, peinado y maquillaje quieres utilizar, lo cual puede conllevar una preparación previa. Realmente son pequeñas consideraciones a tener en cuenta cara al gran día, las cuales contribuirán a que el resultado sea perfecto. Puedes encontrar toda la información que necesitas para ellas pinchando aquí, y para ellos, pinchando aquí.
El beneficio: una fotografía a tu altura
Es fundamental que cuides y dediques tiempo a tu imagen profesional. Puedes encontrar más información de sus beneficios, ya sea como foto de perfil profesional aquí, u orientado más concretamente al mundo Linkedin/CV aquí, o incluso en el mundo del retrato corporativo aquí.
Da el paso y marca la diferencia: